domingo, 24 de noviembre de 2013

Contra a violencia de xénero: Regras de xogo...







Regras de xogo para os homes que queiran amar a mulleres 


O home que me ame
deberá saber descorrer as cortinas da  pel,
encontrar a profundidade dos meus ollos
e coñecer o que aniña en min,
a anduriña transparente da tenrura.

 O home que me ame
no quererá posuirme como unha mercancía,
nin exhibirme como un trofeo de caza,
saberá estar a miña beira
co  mesmo amor
co que eu estarei a beira súa          

O amor do meu home
non coñecerá o medo á entrega,
nin temerá descubrirse ante a maxia do namoramento
nunha praza chea de multitudes.
Poderá gritar -quérote-
e facer rótulos no alto dos edificios
proclamando o seu  dereito a sentir
o máis fermoso e humano dos sentimentos.

 O home que me ame
fará poesía coa súa vida,
construindo cada día
coa mirada posta no futuro.
              
O amor do meu home
no lle fuxirá ás cociñas,
nin aos cueiros do fillo,
será coma un vento fresco
levándose entre nubes de soño e de pasado
as debilidades que, por séculos, nos mantiveron separados
como seres de distinta estatura.

O amor do meu home
non quererá rotularme e etiquetarme,
darame aire, espazo,
alimento para crecer e ser mellor,
coma unha Revolución
que fai de cada día
o comezo dunha nova vitoria

Gioconda Belli




Este Corpo é Meu. Non se Toca. Non se Viola. Non se mata. 



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Julio Cortázar: Toco Tu Boca



Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.
 Julio Cortázar

Para escoitar e ler.  Dous recitados do poético texto Toco tu boca . Está tomado da novela Rayuela (Capítulo VII),  do escritor arxentino Julio Cortázar:  O primeiro na delicada voz de Gloria Román. O segundo, na voz do propio autor. Que os disfrutedes!




Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.




Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.